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miércoles, 17 de agosto de 2011


Te despiertas, hace calor, te suda la frente. Bebes agua, está caliente. Te levantas, poco a poco, no hay prisas, y haciendo un pequeño esfuerzo abres la puerta. El primer rayo de sol ilumina tu cara, te hace daño a los ojos, un daño agradable, y es en ese instante, en ese preciso instante cuando te das cuenta de que es verano, y cerrando los ojos recuerdas todo lo que has vivido y lo poco que queda por vivir, y con toda la fuerza del mundo intentas volver atrás, ese día en el que todo empezó, cuando acabó la rutina, y llegaron las esperadas vacaciones, no merece la pena, piensas en lo que te queda, un mes, ni si quiera eso... pero bueno, te consuela. Abres los ojos, sonríes, y te das cuenta de que el tiempo es un monstruo contra el que no se puede luchar, y sin saber por qué empiezas a ver todo con otros ojos :))






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